miércoles, 7 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN EN MADRID

Presentación en Madrid:
"POR LA SENDA DE TUMUT" http://www.youtube.com/watch?v=uTw_FklISwI
Novela de Luis J. Martín

Editorial Éride

-Viernes, 16 de noviembre de 2012
- A las 19:00 horas (7 de la tarde)
- Librería Jardín de Luz
- c/ Antonio Acuña, 14
- 28009 MADRID
tel.: 914 313 018


organiza:
- LA HUCHA DE TOMÁS: http://www.lahuchadetomas.com
Colabora:
Librería Jardín de Luz: http://www.jardindeluz.net/libreria

Parte de los beneficios de la venta de la novela el autor los dona al programa de investigación en oncología pediátrica "La Hucha de Tomás".

martes, 23 de octubre de 2012

CRÍTICAS Y COMENTARIOS

CRÍTICAS Y COMENTARIOS A LA NOVELA:
"Por la senda de Tumut. La noche de Jara"


Juan Martín:

(...) Ahora nos juntamos para presentar otra de sus facetas, la de escritor, que viene desarrollando desde hace años y que desemboca en este libro. Me complace comprobar que las principales cualidades de mi hermano se descubren también en la novela. Sencillez, nobleza, valentía, rechazo frontal a cualquier creencia supersticiosa, dogmática o absurda. Hay en ella un serio alegato contra el racismo y una interesantísima reflexión sobre el nacimiento de las religiones y su influencia en la sociedad humana. Como toda buena historia que transcurre en tiempos pasados o futuros nos habla, en realidad, sobre nosotros mismos. Y una soberbia descripción de la supervivencia en el medio natural. El hombre es un ser vivo más y, por lo tanto, nunca debería estar por encima de otros ni arrogarse el papel de señor de la naturaleza.
(...) Con frecuencia, compañeros y amigos filosofan sobre la necesidad de ser mala gente para conseguir algo en la vida. Siempre pienso que es un error mayúsculo repetir los errores de los otros y que, quizás, deberíamos hacer todo lo contrario, como nos sugiere esta hermosa novela. Como viene demostrando desde hace casi cincuenta y un años mi noble, valiente y buen hermano.
Ignacio Martín, Luis Martín y Fábio López durante la presentación en Ávila. Foto: Pepe Rodríguez


Goyi Pérez:
La lectura de la novela consiguió engancharme (y a mi niña de 10 años también en cuanto a la historia de los hermanos Jara y Arev) y mantenerme toda "la noche de Jara" en vela escuchando a esa magnífica mujer, Gara, y todas sus maravillosas historias. Sí puedo decirte que esa anciana me ha enseñado grandes cosas, cómo por ejemplo que NADA NOS PERTENECE, o que si no lloramos, la victoria de quien nos ataca SE HACE MÁS PEQUEÑA. Siempre me ha gustado escuchar las anécdotas de mis mayores al calor del hogar, así que no me perdí ni un detalle de sus palabras. Sobre todo por la sencillez y la sabiduría con la que estaban narradas. Y la grandeza de todo lo que desprendían: libertad, nobleza, honestidad, amor a la familia, a la naturaleza, a la libertad,.... a la Tierra en toda su esencia. Espero con ansiedad una segunda parte....

Ángel Ramón González:
Me alegro mucho por el éxito de tu novela. Veo dentro de un estilo impecable un contenido narrativo de gran fuerza épica, en la línea de nuestros mejores clásicos de la Antigüedad. Algunos personajes me recuerdan a los grandes héroes de la literarura griega y universal.
En cuanto al sustrato filosófico que subyace en la novela, que tal vez algunos pueden ver como demasiado acentuado, creo que es el resultado de una mente limpia y libre de prejuicios y de ideas dogmáticas consagradas, que se manifiesta aquí con total espontaneidad.
Espero que sigas por "la senda" que has iniciado.

David M. Fernández:
Un lujo poder estar en la presentación. Las 220 páginas del ejemplar que adquirí y que Luisjo me firmó me las devoré durante la tarde del sábado. Una lectura muy entretenida y en la que además, si eres un poco conocedor de los lugares en que se ha basado Luisjo para situar la acción, te transporta por muchos parajes conocidos y muy fáciles de identificar y relacionar con el nombre que tienen en la actualidad ¿Para cuándo la segunda parte?

Luis J. Martín. Foto: Ana García
Emilio Oviedo:
Ya me la he leído. Como sabes la llevé el jueves.
Reconozco algunos resabios de la tierra que me parecen bonitos: El toque de los arévacos, los nombres , Arev, Briceña; La geografía: la junta de los ríos, canta zorras, nuestros enhiestos pinares, las cárcavas etc… Todo me ha sonado cercano, fíjate, quizás porque, a pesar de la edad y de la distancia lo estemos intelectivamente. Me parece un canto idealista a la naturaleza y a la vida… Lo cual es positivo.
Lo negativo.- No encuentro nada; quizás que sea demasiado idealista, demasiado “éticamente” correcta… no sé, esto debe ser cosa de la edad también.
Bueno, que me encantó y que te animo a que sigas por la senda... además es bien divertido escribir, ¿Verdad?


J. D. Álvarez
            Por la senda de Tumut se coloca en el género de ficción histórica, aunque presente rasgos que en ciertos momentos le hagan acercarse a la fábula, por la simplificación de temas complejos vistos a través de los ojos de personajes muy sencillos, y el uso de un lenguaje comprensible para los niños. Desde un punto de vista estilístico, acorde con el argumento del relato, el autor utiliza un estilo muy sencillo y asequible, caracterizado, sobre todo, cuando se relata el discurso directo de los personajes, por frases muy cortas. En la casi totalidad de la novela el personaje narrador es la anciana Gara, que recuerda y cuenta a los niños y jóvenes la historia de su clan. Sólo en las últimas páginas el lector conoce al personaje de Ana, que ha estado escuchando la historia de Gara y que ahora toma la palabra para contar, en primera persona, los acontecimientos que han seguido a la muerte de la anciana.
            Por lo que concierne a los contenidos, la novela es una crítica por un lado a la sed de poder del hombre, a su anhelo de dominar y poseer lo que en realidad es de todos y por otro a la religión y a las consecuencias de su difusión. El autor aborda los temas de la tolerancia, la solidaridad, la libertad de pensamiento, la igualdad de género o el rechazo a las imposiciones dogmáticas a través de ejemplos y anécdotas que permiten hacer pensar los mensajes que el quiere comunicar de forma indirecta. El clan de los cazadores de Mamuts, y en particular su guía Turán, representan la armonía primitiva entre hombre y naturaleza, en la que el hombre era consciente de ser sólo un eslabón de una cadena. La anciana Gara subraya innumerables veces como el hombre es hijo de la Tierra y por ese motivo no pueda dominarla. Todo lo que los hombres y mujeres poseen es su vida misma, el resto no les pertenece, por eso es imposible pensar en tener el derecho de dominar cosas, animales, u otros seres humanos. Además Gara rechaza la existencia de una vida más allá de la muerte. Con el final de la vida todo lo que queda de un hombre o de una mujer es la descendencia que ha dejado, pero nada hay más allá de esto.
            En este sentido Por la senda de Tumut consigue el objetivo de hacer reflexionar sobre temas muy controvertidos y complejos con extrema lucidez. La elección de narrar los acontecimientos que involucran a un clan prehistórico, permite abordar conceptos difíciles con la sencillez que caracteriza la visión de la vida de un Homo sapiens  o de un neandertal. Más allá de su componente histórico, que puede ser más o menos exacto, el relato debería interpretarse bajo el perfil de su carácter simbólico. El clan de los Lobos podría entonces en este sentido representar la unidad perdida entre hombre y naturaleza, el feroz Géndel, la sed de poder o el dominio del hombre sobre la Tierra y los otros hombres, y los Zoelanos la religión entendida, no como búsqueda personal de la espiritualidad, sino como imposición forzada de dogmas y preceptos finalizados al sufrimiento y a la privación más que a la vida.
            Con la frescura que aporta todo autor en ciernes he de reconocer que la experiencia de la lectura ha sido muy agradable. Mi más grata enhorabuena.
Presentación en Arévalo. Foto: Julio Pascual

José Fabio López:
PRESENTACIÓN LIBRO DE LUISJO
Buenos días señoras y señores.
           Estamos aquí para presentar el libro:”Por la senda de Tumut”, cuyo autor es Luis José Martín García-Sancho.
         La última vez que hablé en público de ello tuve que reconocer que sentía una emoción especial que hoy sigue conmigo. Reconocí también, que no había leído la novela, por lo que nada podía decir sobre ella y que al autor estaba empezando a conocerle.
        Hoy, leída la novela y conocido un poco más a Luisjo, puedo decir que ha conseguido el autor, mediante el subterfugio de convocarnos en torno a una hoguera, contarnos una historia de hombres prehistóricos, en la que mediante personajes intemporales pretende humanizarnos.
        Los capítulos se suceden introducidos por diferentes personajes, todos ellos inventados por esta mente subversiva, que nos proponen, nada más y nada menos, que escuchemos la voz de la experiencia de los ancianos "Seguid el sabio consejo de los ancianos. Ellos han vivido más y su experiencia debe ser tenida en cuenta en las decisiones que toméis a partir de ahora. Así ha sido siempre y así debe continuar."; que el amor nos da la vida, que la libertad es un derecho sagrado o que las mujeres no deben estar sometidas a los hombres: "No debéis hacer caso a aquellos que os digan que el amor entre un hombre y una mujer es algo sucio. No debéis hacer caso a aquellos que os digan que la mujer debe estar sometida al mandato del hombre. Porque debéis saber que las personas que habitamos sobre la faz de la tierra nacemos libres y libres debemos morir".
         A medida que avanzamos en su lectura, las historias que los personajes nos relatan, tejen una suerte de maraña que nos atrapa. Tomamos conciencia de que la Tierra no nos pertenece, sino que somos nosotros los que pertenecemos a ella, y que nuestra relación con las demás especies que la pueblan debe desarrollarse en unos términos de absoluto respeto.
         Y entonces, demasiado tarde, uno se encuentra de lleno en pleno juego infantil. De los que, cuando niños, imaginábamos ser intrépidos exploradores, aguerridos guerreros o hábiles cazadores. Y así, como jugando, recorremos la geografía descrita y que nos resulta familiar, caminamos junto a los personajes por esa telaraña que han tejido en nuestra mente. Llegamos a sentir muchas de sus sensaciones. Nos imaginamos que estamos sentados junto al fuego escuchando a la vieja Gara, sentimos el crepitar de las llamas, allí al amor de la lumbre, la que el autor propone; pues conoce que el fuego crea un ambiente favorable para la interacción social y utiliza malévolamente que la hoguera es el lugar ideal para transmitir la cultura y para crearla, porque sabe que ha sido así desde la noche de los tiempos. El calor del hogar nos hace sentir bien, tanto física como espiritualmente.
         Y ya es tarde, nos ha atrapado, somos sus presas. Nos propondrá abandonar los falsos dioses de nuestros días. Abandonar el amodorramiento televisivo y regresar a la comunicación de los miembros de la familia entre sí, en torno a la mesa camilla, el lar de la lumbre, la hoguera,...
         Abandonar el consumismo y la adoración del becerro de oro y regresar a los valores más humanos y respetuosos con la Tierra que habitamos y las especies que la pueblan.
          Y no contento con esto, habrá conseguido que al comprar el libro hayamos contribuido a la recaudación de fondos destinados a investigar el cáncer infantil, en unos tiempos en los que se nos impone todo lo contrario, recortes a la investigación, la enseñanza y el porvenir.
          No obstante, Luisjo según algunos, es un individuo poco recomendable y su obra decididamente dañosa y perjudicial para esta sociedad consumista y desorientada. Estos mismos, los que quieren que sigamos la senda equivocada, dicen que este libro debería estar prohibido y su autor proscrito. Así pues no les queda más remedio que leer la novela y juzgar ustedes mismos. Por cierto, si tienen oportunidad de conocer de cerca al autor, no la desaprovechen, merece la pena.
         Muchas gracias.
(Ávila, 20/10/2012)
Dibujo: Luis J. Martín
Fernando Moreno:
Después de leer "La senda de Tumut", te comento simplemente que me encantó: me gustó la forma y el fondo. Y, sin querer parecer despectivo, me causó una sensación que, sinceramente, no esperaba.
Me resultó una literatura que nada tiene que envidiar a la mayoría de escritores que van por ahí de famosos.
Lo encontré muy rico en detalles medioambientales, en variedad de situaciones -posibilidades-históricas, en profundidad de caracteres personales y grupales, en amplitud de conocimientos de fauna y flora, en finura descriptiva de relaciones y conflictos, y, sobre todo, en sugerencias y alusiones más o menos explícitas a derechos, dignidades, libertades perennes. Y que, por desgracia, se respetan muy deficientemente en demasiados lugares y culturas de hoy.
Para serte plenamente sincero -como creo que es mi obligación de amistad-, te diré que percibí un cierto aroma de resentimiento a situaciones de exigencia u obligatoriedad, sobre todo en el campo de las creencias.
Y quiero dejarte claro que estoy en total acuerdo con la crítica frontal a cualquier imposición o dominio, dogmatismo o fanatismo, que encontré natural y lúcida.
Y yo mismo me he topado con demasiados jóvenes que han padecido esos adoctrinamientos exigentes y monolíticos, inaceptables y denunciables siempre, pero más hoy, y más aún en educación –¡demasiado indoctrinamiento!-; y me pongo totalmente del lado de esas denuncias necesarias a todo abuso del tipo que sea.
Pero, repito, que el tono no me pareció el de una afirmación más de las profundamente humanas convicciones de 'la anciana Gara', sino un tono 'especial' -¿desde la amargura o el rencor?-, sólo presente en este tema. Y quiero pensar que no es tu caso.
Comprenderás que esta pequeña apreciación de psicólogo viejo no empañó nada mi gratísima impresión sobre todo tu relato.
Sigo felicitándote por toda tu labor literaria y 'naturística'.

la anciana Gara
Mar González:
Muy bueno el libro. Entrañable en cuanto a lectura y educativo en cuanto a familia y amistad, toda una autentica leccion de comportamiento.

Pepe y Paloma:
Nos alegramos mucho de que las historias relatadas por la vieja Gara, junto al fuego, vean la luz. Seguro que nos harán pasar muy buenos momentos de lectura,...transportándonos a un primitivo pasado pero actual en sentimientos y valores a recuperar. Gracias Luis, por parir esta entrañable historia y por tu generosidad para con la ciencia-medicina.

Juan Atonio Sánchez:
Me parece una novela muy digna, muy trabajada, elaborada, se nota que te has currado la estructura y todo eso. Bien documentada, tiene el plus de la cercanía en el espacio. Para los que como yo no tenemos ninguna imaginación, tu aventura literaria es muy meritoria. Ánimo y adelante.

sábado, 13 de octubre de 2012

PRESENTACIÓN EN ÁVILA

PRESENTACIÓN EN ÁVILA:
POR LA SENDA DE TUMUT (Ed. Éride) 
de Luis José Martín García-Sancho


- Local:
Biblioteca Pública de Ávila

Plaza de la Catedral, 3
Tlf: 920 25 41 40
bpavila@jcyl.es

Día: 20/10/2012
Hora: 11:30 de la mañana

Participan:
- Juan Carlos López y José Fabio López

  (La Alhóndiga Asociación de Cultura y Patrimonio)
- Jesús Cid y Ana Martín

  (Guitarra y Flauta)
- Ignacio Martín

  (Investigación en oncología infantil "La Hucha de Tomás")
- Luis J. Martín

  (Autor)

Organiza

La Alhóndiga Asociación de Cultura y Patrimonio de Arévalo.
Colabora:

Biblioteca de Ávila

martes, 18 de septiembre de 2012

ENTREVISTA EN TREGOLAM.COM

- Luis, ¿es ésta tu primera novela?
- Sí, es mi primera novela, aunque es mi segundo libro pues soy también coautor del libro “Guía de las aves de La Moraña y Tierra de Arévalo”, publicado por ASODEMA en 1999 gracias a una subvención de la Comunidad Europea. Desde joven me ha atraído mucho la naturaleza y me ha gustado conocer mi entorno, las plantas, los animales, los diferentes tipos de hábitats, su estado de conservación. Sobre las plantas y animales, pero especialmente sobre las aves, he escrito varios artículos y relatos cortos publicados tanto en revistas especializadas como en divulgativas o culturales.
- ¿Y cómo has pasado de escribir artículos sobre la naturaleza a crear una novela?
- La verdad es que el culpable de ello es mi hijo David. Yo jamás pensé en escribir una novela, no me veía capaz. Lo cierto es que un día, viendo un documental sobre el paleolítico, dije a mi mujer y a mis hijos que hacía unos años había empezado a escribir lo que iba a ser un relato sobre las relaciones entre los hombres del paleolítico. Pero que cuando tenía escritas unas treinta o cuarenta páginas se me perdieron en uno de esos desastres informáticos en los que compruebas horrorizado lo que ha pasado sin saber muy bien cómo ha pasado. Recuerdo que les dije que sólo conservaba un archivo primitivo con algunos arranques o ideas de historias, descripciones sobre personajes y bastante documentación sobre fauna de la época, flora, utensilios, clima y diversas teorías sobre la extinción de los neandertales.
Recuerdo que David, que por entonces tendría unos 22 años, me hizo buscar ese archivo salvado del desastre informático y después de leerlo detenidamente me dijo que eso no daba para un relato, sino para una novela. Yo le dije que no, que me sentía incapaz de escribir una novela. Pero él insistió con tanto entusiasmo que me convenció. Lo cierto es que David vio en mí más de lo que yo nunca había visto en mí mismo. Bueno y este es el resultado: “Por la senda de Tumut”.
- ¿Es, entonces, una historia sobre el Paleolítico?
- Digamos, mejor, que es una novela ambientada en el Paleolítico superior. Un periodo apasionante en el que coincidimos en los mismos territorios dos especies humanas, los neandertales, que ya habitaban Europa desde hacía 200.000 años, y los cromañones o sapiens que se podrían considerar unos recién llegados. Yo he imaginado la historia en el momento en el que el neandertal está desapareciendo de la faz de la tierra y los humanos modernos, poco a poco, nos quedamos como especie humana única.
- ¿Te ha resultado difícil escribir sobre un periodo tan lejano en el tiempo?
La verdad es que conociendo el entorno en que se desenvolvían, los animales que había, los útiles para la caza o para las diversas tareas domésticas, el uso del fuego, el vestido, la vivienda, el modo de vida nómada de cazador y recolector… no me ha resultado muy difícil imaginar cómo sería su vida, el día a día de un clan cualquiera de aquella época.
SEGUIR LEYENDO EN: